Esta última es un modelo de atención quirúrgica, que permite al paciente ser operado e irse de alta el mismo día, generando un alto grado de satisfacción, pues es menos invasiva, disminuye el estrés asociado con la hospitalización y permite un pronto retorno a las actividades habituales, entre otros beneficios.
Sostenidamente hemos venido reduciendo el tiempo de espera para una cirugía. Este año cumplimos otra meta al bajar hasta los 309 días en promedio y si bien sabemos que todavía no es suficiente estamos avanzando en ese propósito y los números así lo muestran.
Consecuente con este aumento en las actividades quirúrgicas cumplimos con el Compromiso Presidencial de terminar con la lista de espera más antiguas para cirugías. Para cumplir el desafío se optimizó el uso de pabellones en el horario habitual, es decir, desde las 8 a las 17 horas, y se sumó la estrategia de extensión horaria de lunes a viernes y durante los fines de semana.