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22 de mayo de 2018
Un equipo multidisciplinario controla y brinda atención funcional y estética a los más de 300 ñublensinos que presentan fisura labiopalatina (o de labio y paladar). Esta patología es una alteración en la formación de las estructuras de la cara, que requiere ser tratada desde el embarazo y hasta que la persona cumple 18 años, a lo menos.
17 profesionales integran el Comité de Fisurados del Hospital Clínico Herminda Martín (HCHM), que está compuesto por otorrinolaringólogos, cirujanos plásticos y maxilofaciales, rehabilitadores orales, odontopediatras, fonoaudiólogo, psicóloga infantil, kinesiólogo y enfermeras, quienes cumplen una función determinante y conjunta en cada tratamiento. Durante el 2017, el área de rehabilitación entregó 4 mil 053 prestaciones.
Desde 2014, el Ministerio de Salud acreditó al Hospital como 1 de los 10 centros que brindan el tratamiento completo en Chile, iniciando desde esa fecha la realización de las cirugías primarias en quienes lo requerían.
“El tratamiento comienza con una evaluación del paciente, educación y ortopedia pre-quirúrgica. La primera cirugía se llama Queiloplastía, su propósito es cerrar el labio y la fosa nasal afectada por la fisura. Durante este año se han realizado 28 procedimientos, los que si bien son realizados por cirujanos maxilofaciales, requieren el trabajo del equipo de especialistas”, relató el ortodoncista y presidente del Comité de Fisurados del HCHM, John Cerda.
Los principales beneficios de esta cirugía para los niños son el retorno de la motricidad al labio superior, facilitando su amantamiento y alimentación. “Para los padres y la familia es muy importante, pues la cirugía produce un impacto positivo en su entorno porque cambia la apariencia facial del niño, mejorando con ello las condiciones para su desarrollo psicosocial posterior”, resaltó el Dr. Cerda.
Tras esta operación, el recién nacido debe asistir a controles periódicos con el comité, que en nuestro Establecimiento funciona hace 24 años.
Aunque esta enfermedad no es tan frecuente, sí requiere un tratamiento prolongado e integral, por lo que es fundamental prevenir su aparición, mediante los siguientes consejos:
1. Evitar la exposición de los padres a elementos medioambientales tóxicos, de uso agrícola o a drogas
2. No consumir ni alcohol ni tabaco durante el embarazo
3. Control de quienes ya han tenido un hijo con fisura labiopalatina, para prevenir una malformación en el segundo embarazo.
Es considerada una patología con Garantías Explícitas en Salud y puede detectarse con una ecografía a partir de las 16 semanas de gestación.
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