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Una labor incansable y humanitaria desarrollan más de 100 mujeres del voluntariado en el Hospital de Chillán
5 de diciembre de 2025
Ser voluntaria significa tener conciencia de que los actos influyen positivamente en otras personas. En el Hospital, ellas no administran tratamientos ni dan medicamentos, porque no integran el equipo asistencial, pero si ofrecen compañía, apoyo social y económico a las y los usuarios que lo requieren.
120 mujeres integran los 8 voluntariados que actualmente trabajan en el Hospital Clínico Herminda Martín, coordinadas de forma interna con el Departamento de Participación y Gestión Usuaria, que las orienta y acompaña para entregar de mejor manera el apoyo emocional, espiritual y hasta económico, concretado en artículos de cuidado personal para los usuarios que más lo necesitan.
La historia de los voluntariados en el Hospital, cuenta con una trayectoria que en algunos casos supera los 58 años y sin duda, hay detrás solidaridad, generosidad y entrega, que se visualiza en cada una de las organizaciones que asiste de lunes a viernes al establecimiento, divididos en distintos servicios y unidades, como por ejemplo, Cirugía indiferenciada, Medicina, Obstetricia y Ginecología, Diálisis, o bien, asociados a patologías como los con enfermedades reumáticas.
Sandra Fuentes, es voluntaria hace 10 años en la agrupación denominada de Apoyo Espiritual, que actualmente integra a 14 mujeres con credo evangélico aunque con distintas denominaciones. Lo que la une al resto de sus compañeras, es el motivo que las impulsa a cuidar, acompañar y sostener a las personas cuando cursan alguna enfermedad. Están presentes en la Unidad de Emergencia.
“El trabajo del voluntariado consiste en poder llegar a las personas que están por algún motivo de enfermedad en la Urgencia, y les apoyamos materialmente con ropita y útiles de aseo si los necesitan, pero lo principal es el apoyo espiritual, contención, entregar una palabra de aliento y de esperanza y que todo proceso tiene una solución. Por eso, recibimos la gratitud de los usuarios, porque entregamos esperanza en un momento de temor e incertidumbre, por una enfermedad”, aseguró Sandra.
Asimismo, Sara Espinoza, coordinadora de las Damas de Blanco aseguró que su motivación para ingresar al voluntariado “me nació la inquietud de llegar a las personas enfermas y ancianas, pero no podía ingresar sin un pase y por eso me inscribí como voluntaria. Ha sido una satisfacción, estar durante estos 13 años en el voluntariado, me desarrollado como persona, como mujer, he crecido, reconocí nuevas cualidades, aprendiendo muchas cosas”.
Las damas de blanco, también representan a mujeres cristianas de distintas congregaciones, brindando apoyo social, con entrega de artículos de aseo y en lo espiritual.

Al respecto, Solange Jélvez, jefa del Departamento de Participación Social y Gestión Usuaria del HCHM agregó que “estamos orgullosos del trabajo importante que realizan estas mujeres, que dan lo mejor de ellas, sin esperar nada a cambio. Por eso, quisimos este año, en el día de los voluntariados, dar a conocer a la comunidad su valiosa labor, en esta feria que se instaló en el paseo Arauco, para relevar el rol que estas agrupaciones cumplen en el área sanitaria y como su apoyo nos ayuda a mejorar la satisfacción de las personas en las atenciones de salud”.
Las instituciones de voluntariado forman parte del Patrimonio Social es la capacidad de dar sin esperar nada a cambio, desde un gesto desinteresado a un desconocido hasta una gran acción colectiva, es lo que construimos cuando cuidamos, compartimos y nos comprometemos con otros.
Por ese motivo, es muy relevante que sigan presentes en la atención de salud y que más personas se integren a estas agrupaciones, porque de esa manera fortalecemos el valor de la solidaridad, dedicando su tiempo y esfuerzo al bienestar de las personas. Si alguien está interesado en ser parte de estas agrupaciones, puede escribir un correo electrónico a solange.jelvez@redsalud.gob.cl
