Hospital Clínico Herminda Martín

Chillán, Viernes 29 de Marzo  2024

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Resaltaron la importancia de la detección de los síntomas del Accidente Cerebrovascular

28 de octubre de 2016

“Asistir a esta terapia me da ánimo y me gusta mucho, tanto que prefiero estar aquí que en mi casa”, expresó María Canto Guajardo, quien asiste dos veces en la semana al Programa de Rehabilitación de Accidente Cerebrovascular (ACV), que se realiza en el Servicio de Neuropsiquiatría del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán (HCHM).

María sufrió en enero de este año un ACV, que se describe como una emergencia médica, que sucede cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro o cuando se genera un sangrado en este órgano, originándose diferentes tipos de la enfermedad isquémica u hemorrágica, las que tienen diferentes formas de ser tratadas, pero que provocan las mismas consecuencias nefastas en la población que las padece, llegando a ser la primera causa de discapacidad e invalidez en personas mayores de 65 años.

En el caso de María su ACV provocó secuelas moderadas por lo que hoy junto a otros 29 pacientes asiste a rehabilitación con el equipo multidisciplinario compuesto por kinesiólogo, fonoaudióloga, terapeuta ocupacional y psicólogo. “Estoy muy contenta y agradecida del Servicio de Neurología porque ellos están muy preparados para atendernos y nos entregan mucho cariño. Nos ayudan en todo y hacen que la pena que tenemos por la enfermedad se nos vaya. En el tiempo que llevo con terapias la recuperación ha sido muy favorable tanto para mi estado físico como mental”, aseguró.

Según la Neuróloga Jefa de Neuropsiquiatría del HCHM, Dra. María Angélica Vejar, durante el 2015 se hospitalizaron en promedio 313 personas que cursaron un ACV, cifra que va en aumento principalmente “debido a las condiciones epidemiológicas porque el riesgo de padecerlo incrementa en los mayores de 65 años, por lo que las personas debe educarse al respecto”, sostuvo la especialista quien en el marco de la conmemoración del Día Mundial contra la enfermedad –que se recuerda cada 29 de octubre- hace un llamado a la comunidad a reconocer la sintomatología, ya que más de un 90% de la población la ignora.

Los principales síntomas son debilidad de brazo o pierna, asimetría en la cara o en el entorpecimiento del lenguaje, en caso de observar uno de ellos es fundamental consultar inmediatamente en la Unidad de Emergencia más cercana, puesto que ello mejora la probabilidad de tener un tratamiento específico y brindar un mejor pronóstico de recuperación.

La especialista resaltó que si bien el grado de discapacidad que presentan los pacientes depende de del sitio donde esté ubicado el accidente, la extensión y el manejo adecuado de la enfermedad; los más frecuentes son hemiparesis, que se refiere a la disminución de la fuerza motora o parálisis parcial de un brazo o pierna del mismo lado del cuerpo y la dificultad para alimentarse, que frecuentemente obliga a que los usuarios usen una sonda nasogástrica hasta que luego de las terapias kinésicas y fonoaudiológicas puedan superarlo y volver a alimentarse normalmente.

De acuerdo con el kinesiólogo Juan Luis Poblete, la primera evaluación antes de comenzar las terapias de rehabilitación son hechas por un médico fisiatra, y luego comienza el trabajo coordinado de los especialistas. “En mi área los pacientes presentan alteración de la función motriz, de la marcha, alteración del equilibrio, normalmente llegan en silla de ruedas, a muchos se les dificulta cambiarse de la silla a la cama o viceversa, y también ponerse de pie, por eso es habitual que la terapia se inicie con el control de tronco, para luego ver las transferencias entre cama y silla de ruedas, y después la marcha. Si los usuarios presentan alguna alteración en el brazo, esto se trabaja en conjunto con la terapeuta ocupacional”, destacó.
Pese a la gravedad de la patología, es posible prevenirla por lo que los especialistas instan a la población a preferir una alimentación saludable, realizar actividad física por lo menos 3 veces a la semana, dormir las horas que el organismo pide para asegurar el descanso del cerebro, cuidar la diabetes, hipertensión y colesterol alto, evitar fumar y beber alcohol. Además se recomienda pasar momentos de bienestar, puesto que influye en el buen estado del cerebro.

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