Chillán, Jueves 21 de Noviembre  2024
5 de julio de 2023
Las personas que se han realizado una cirugía, saben del nerviosismo y estrés que generan los minutos previos a ingresar al pabellón. Esa ansiedad también la experimentan las niñas y niños y muchas veces se asocia con desenlaces postoperatorios ingratos como pueden ser las pesadillas, incontinencia e irritabilidad. Estas reacciones se acrecientan si los pacientes tienen alguna condición neurológica, psiquiátrica o un diagnóstico que forma parte de los trastornos del neurodesarrollo, como lo es la condición del espectro autista.
Para hacer esta experiencia más grata y minimizar los efectos postquirúrgicos indeseados, el Servicio de Anestesia y Pabellones del Hospital Clínico Herminda Martín implementó el uso de la ansiólisis prequirúrgica. Se trata de técnicas de sedación farmacológica que se aplica vía intranasal para disminuir el estrés que ocasionan los procedimientos en pabellón, que tanto en personas adultas y neurotípicas suponen un desafío, más aún si se trata de pacientes neurodivergentes y de menores de edad.
La Dra. Vivian Díaz, anestesióloga del hospital, explica que “es normal que un niño ante una sala quirúrgica se estrese porque lo sacas de su medio, donde tiene sus rutinas, a las personas que conoce y lo traes a un lugar donde hay muchos desconocidos, con ruidos extraños, lo que le produce susto, porque además sabe que puede experimentar dolor. Muchas veces, son situaciones que no entiende y por eso lo vuelven más vulnerable y también genera una angustia adicional a los padres”.
La facultativa expresó que esta técnica de sedación preoperatoria es un gran avance porque “ofrecemos la opción de que el procedimiento o intervención sea una experiencia más grata para el paciente y también para sus padres. Es súper positivo porque hemos tenido casos de niños con la condición del espectro autista que han logrado ciertos avances en sus conductas, por ejemplo, controlar esfínteres y después de un evento traumático -como puede serlo una cirugía- han retrocedido a un estadio anterior, y eso no queremos que pase más”.
En qué consiste la sedación preanestésica
Antes de ingresar a pabellón, el médico tratante cuenta con la orden que describe el diagnóstico del paciente, si cuenta con algún diagnóstico psiquiátrico, neurológico o condición neurodivergente, inmediatamente se activa el protocolo de ansiólisis prequirúrgica.
“Lo recibimos en la sala de preanestesia con la enfermera y el auxiliar, allí se evalúa. Revisas los antecedentes, si ha recibido anestesia anteriormente, si tiene antecedentes familiares de algún problema anestésico, verificas el periodo de ayuno, verificas algo muy importante y es ver si el niño va a ser candidato para esta técnica. La idea es que el paciente esté tranquilo y cooperador para la inducción de la anestesia”, aseguró la especialista.
Joaquín Rojas Toloza, es uno de los niños que han recibido esta atención, tiene 11 años y nació con parálisis cerebral, tiene convulsiones recurrentes por epilepsia. Recientemente tuvo que ser operado por una malformación en el pie.
Para su mamá, Jovita Toloza, fue una situación difícil solo el pensar en su cirugía, porque a pesar de que no podía caminar bien, le preocupaba su ánimo para la operación: “Me gustó que los doctores me permitieron pasar a pabellón y estar con mi hijo. Aunque me dio mucha pena y lloré, estoy agradecida por la atención que me dieron, el acompañamiento y la información que me brindaron, todos muy dispuestos en todo momento”.
Con el acompañamiento prequirúrgico por uno de los padres, el uso de la sedación preanestésica y el seguimiento médico continuo se busca disminuir la ansiedad de los niños y niñas para que ingresen de la manera más relajada a pabellón.
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