Chillán, Jueves 21 de Noviembre  2024
11 de julio de 2019
La curiosidad de los más pequeños muchas veces no tiene límites y en ocasiones, esto puede llevarlos a no dimensionar los riesgos, tal como sucede en los accidentes por quemaduras, que en época invernal tienen un aumento de casi un 40% en comparación con otras estaciones.
Ante una quemadura hay que tener en cuenta la gravedad de la lesión, la cual está determinada por grados (primero, segundo y tercero) y el lugar del cuerpo donde ocurre. Tal como explicó la médico jefa del Servicio de Cirugía Infantil del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán, Dra. Sandra Flores, este tipo de accidente es más frecuente en niños menores de dos años, quienes por lo general “resultan heridos en cabeza, tronco y extremidades, y dependiendo de la gravedad o complejidad se determina la manera en que se aplicará el tratamiento con los usuarios”.
Alguna de las principales recomendaciones para evitar este tipo de accidentes contemplan instalar barreras alrededor de las estufas para impedir que el niño se acerque, mantener el hervidor fuera del alcance de los pequeños, idealmente con un cable corto, además de fijar la cocina a los muros para prevenir volcamientos de ella.
La Dra. Flores enfatizó en el cuidado y atención de los adultos para evitar este tipo de situaciones y en caso de suceder que un niño se queme, el principal consejo es acudir a un centro de salud cercano al hogar para que se evalúe la gravedad de la lesión y se inicie el tratamiento médico. No obstante, precisó que “si la quemadura fue producto de derrame de líquidos calientes, es aconsejable verter agua fría sobre la piel dañada, retirar la ropa en caso de ser posible y no aplicar nada sobre la herida, mientras que si la lesión fue hecha por fuego o contacto con superficies calientes, no se retire la vestimenta y se cubra la zona con gasa o paño limpio antes de dirigirse al servicio de urgencia más cercano”.
En el caso de las quemaduras de mayor gravedad, se hacen limpiezas quirúrgicas en Pabellón y luego deben ser hospitalizados para nuevas intervenciones ya sea para realizar curaciones o en casos más extremos, realizar injertos de piel.
Según la especialista, el promedio de días hospitalización es cercano a las dos semanas, dependiendo de la evolución de cada usuario. Tras esto hay un proceso de rehabilitación, que finaliza “cuando el paciente termina de crecer, para evaluar y hacer seguimiento a las lesiones y tener la certeza de que las secuelas ocasionados no han derivado en un daño funcional o estético muy severo, por eso, hacemos un llamado a los padres y cuidadores, de extremar las precauciones y evitar los riesgos que generan los artefactos calientes dentro de nuestros hogares”, resaltó la cirujano infantil.
Pacientes quemados
En el Hospital Clínico Herminda Martín durante el invierno, se hospitalizan en promedio 5 niños por semana debido a quemaduras, siendo en su mayoría producto de derrame de líquidos calientes, como en el caso de Antonella (5 años) quien se accidentó el brazo izquierdo con agua del hervidor y ha estado más de 7 días hospitalizada, recibiendo los cuidados necesarios para mejorar su herida.
Su madre, Roxana Campos contó que ha habido un avance positivo en la condición de salud de Antonella, pero que “el momento del accidente fue fuerte, tuve que sacarle la ropa y mojar su bracito, para luego llevarla al Hospital y que le hicieran curaciones o limpieza de la herida en el pabellón”. Tras el período de hospitalización, la niña deberá seguir su tratamiento y rehabilitación en el Centro Ambulatorio de Especialidades.
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