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28 de julio de 2020
Durante los meses de pandemia en Ñuble, los usuarios atendidos por Coronavirus en la Unidad de Paciente Crítico Adulto del Hospital Clínico Herminda Martín, en un 40 por ciento, han utilizado las cánulas nasales de alto flujo (CNAF) como tratamiento, siendo ésta una experiencia optimista.
La técnica de oxigenoterapia de alto flujo está disponible desde enero en el establecimiento y en el contexto de la pandemia ha demostrado su eficacia como una alternativa a la ventilación mecánica invasiva en pacientes que cumplen con algunos criterios clínicos.
De acuerdo con el Dr. Pablo Navarrete, jefe técnico de la UPCA Covid “nuestra experiencia es alentadora, porque con este procedimiento, en pacientes seleccionados y con estricta vigilancia del equipo clínico, se ha logrado evitar la conexión a un ventilador mecánico y también resulta efectiva luego del retiro del ventilador como apoyo para evitar la reconexión. Además, al ser un procedimiento no invasivo, el paciente no requiere sedación, se puede alimentar o hidratar por vía oral, por lo que se consigue mejor tolerancia y comodidad”, aseguró el médico.
A principios de este año, contábamos solo con tres de estos equipos, pero por los buenos resultados, éstos se fueron extendiendo en los hospitales del país y el Ministerio de Salud hizo llegar nuevos dispositivos. Hoy, el Establecimiento cuenta con 23 para adultos.
CASCOS DE OXIGENACIÓN
A esta tecnología, se ha sumado el uso de los cascos de oxigenación de alto flujo o helmet, pero en usuario con menor compromiso –leve a moderado- de la función respiratoria y que requieren más que una naricera o mascarillas para estabilizarse.
Además puede utilizarse para prevenir una falla en la extubación –retiro de la vía aérea artificial, con un uso semejante al de la CNAF.
La UPCA Covid del HCHM, recibió tres de estos cascos de oxigenación, de los cuales uno ha sido utilizado. “La terapia que ofrece el casco de oxigenación, se mantiene en uso de acuerdo a la evolución del paciente, por lo que el tiempo puede variar de un día hasta un par de semanas”, explica el Dr. Navarrete.
El artefacto -al igual que las cánulas nasales- puede en un porcentaje cercano al 40% evitar el posterior requerimiento de ventilación mecánica. Asimismo, dentro de sus ventajas, éste ofrece mayor comodidad para los usuarios, quienes pueden comunicarse pese a estar utilizándolo y al instalarlo no requieren de sedación.
Asimismo, el especialista destacó que los cascos –al ser una interfaz cerrada- reducen el riesgo de contagio en el personal en comparación con otras de ventilación no invasiva.
La capacidad total de los “helmet” es de 150 litros por minutos (l/m), aunque normalmente en los tratamientos se usa en el rango de 20 a 60 l/m, de aire a presión o bien, enriquecido con oxígeno.
Según el Dr. Navarrete, la terapia “está cumpliendo el objetivo, puesto que ha mantenido una respiración y oxigenación adecuada en este primer paciente, sin generar el aerosol de una interfaz de ventilación no invasiva habitual”.
Francisco Ramírez 10, Chillán - Región de Ñuble - Chile
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