Para responder a la alta demanda asistencial registrada en las últimas semanas, lo que ha implicado el traslado de pacientes a centros asistenciales de otras regiones, nuestro establecimiento abrió otras seis camas de cuidados intensivos, para la atención especializada de las personas con diagnóstico de COVID-19.

Los nuevos cupos se dispusieron en el Servicio Médico Quirúrgico (MQ), donde hasta ahora funcionaba también una UCI, pero dedicada a la atención de los pacientes generales (no covid). Con esta expansión suman en total 32 las camas UCI COVID -19 en el hospital y 12 en el área de tratamiento intermedio (TIM).  

“Fortalecer la respuesta hospitalaria ha significado resolver cuestiones logísticas, habilitar nuevos espacios físicos, capacitar y entrenar al personal de salud. Hemos desarrollado un programa en escalada; por ejemplo, los equipos de cuidados básicos han pasado a tratamientos medios, y a su vez este personal se ha trasladado a apoyar cuidados intensivos. Una especie de migración del personal, de acuerdo a su preparación y complejidad de los pacientes a atender”, explicó el director, Luis Alberto Pérez Ojeda.

A su vez, el equipo de Anestesia y Pabellones, nuevamente se organizó en tiempo récord y con la mejor disposición para aumentar la capacidad de atención en la UCI NO COVID, que habilitó al inicio de la pandemia para responder a la contingencia quedando al cuidado ahora de todos los pacientes que requieren cuidados intensivos por problemas de salud graves, pero no causados por el coronavirus.   

El director del Hospital, también destacó su vocación y constante capacitación para afrontar las nuevas y crecientes exigencias sanitarias.