Sophie Rose es una de las casi cien personas usuarias del Policlínico de Identidad de Género del Hospital Clínico Herminda Martín. A sus 22 años, ella reconoce que “cuando hubo el primer encerrón de pandemia, ahí fue cuando me di cuenta y me di el tiempo de pensar quien realmente soy. Al día de hoy me siento muy, muy feliz porque he logrado obtener por fin mi tratamiento hormonal y he estado acompañándome con psicóloga y psiquiatra, y ha sido un tiempo maravilloso. Así es que estoy muy agradecida en ese sentido, viviendo por fin como me siento, cómoda, cómo la mujer que yo soy”.
Testimonios como éste y otros, que transitan desde el miedo y la ansiedad, al alivio y a la felicidad, se repiten en los tres años de funcionamiento de este policlínico del hospital, que surgió para acompañar a las personas en su proceso de transición, asegurándoles el acceso a la atención de salud, libre de prejuicios y discriminación.