En el marco de este día internacional, el hospital renovó su compromiso por garantizar una atención integral, respetuosa de la diversidad y compartió la experiencia de tres años de trabajo del Programa de Identidad de Género.
Las identidades de género no son una enfermedad, concebirlas como tal es una forma de violencia y por eso todavía hay mucho por hacer para que todas las personas se sientan seguras de expresar su identidad. Diversos estudios muestran que, a consecuencia de la violencia, la estigmatización y las barreras de acceso a la atención sanitaria, los indicadores en salud psicológica y física de las personas trans son peores que los de la población en general.
Frente a esta realidad, precisó la doctora Luz María Morán, Directora (s) del nuestro Establecimiento, las comunidades trans han recorrido un largo camino por reivindicar sus derechos y “en salud nos hemos comprometido con una atención integral y respetuosa la diversidad.”
“Desde la apertura del Programa de Identidad de Género, hemos avanzado en otorgar la atención de salud que las personas trans necesitan como todas y todos, también aquellas específicas de su proceso de transición y en el acompañamiento multidisciplinario, con respeto de sus decisiones. Pero, en general como funcionarios y funcionarias de salud tenemos el deber de brindarles una atención respetuosa, reconociendo la diversidad de la identidad de género”, comenta la directora Morán.